domingo, 3 de octubre de 2010

El Plan: muchos cabos que atar


Elenita cumple hoy su décimo día en Canadá. Pero para llegar a este día nuestra amiga ha pasado por muuuchas aventuras. Echemos un vistazo atrás...

Cuando Elenita y Pablo decidieron que Canadá sería próximo destino la mente de nuestra amiga empezó a funcionar al 200%. ¿Canadá? ¿Y qué hago yo allí? Ella trabajaba de enfermera, vivía en un piso alquilado en Madrid, tenía dos perras y poquísima idea de inglés. ¿Canadá? Sí, Canadá.

Entonces Elenita se puso en marcha. Qué hacer para ir a Canadá: puf, un lío. Pablo iría con trabajo pero ella no. Entraría de turista y, claro, tendría que volverse a los pocos meses. Y qué hacer con el piso en el que llevaba viviendo tantos años. Y dejar su trabajo para hacer qué en Canadá. Estresante.

Cuando supieron que definitivamente se irían en septiembre, Elenita se buscó un curso de profesora de español para extranjeros. Así podría trabajar allí de algo mientras mejoraba el idioma. Jamás había pensado que pudiera ser profesora. Y ahora no era una idea tan loca. Qué vueltas que da la vida. También se puso a estudiar inglés, claro, pero sabía que aprendería mucho más cuando estuviera en el nuevo continente.

¿Y las perritas? También tendrían que viajar en avión, claro, pero eso tampoco era algo sencillo. Ako tiene ya 11 años y es epiléptica. Está viejita. ¿Aguantaría un viaje tan largo? Y Mía es casi un cachorro y más nerviosa que la propia Elenita. Demasiados cabos que atar. Pues habrá que atarlos.

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