sábado, 27 de noviembre de 2010

Dos meses y contando


Elenita y Pablo acaban de cumplir su segundo mes en Canadá. Algunas cosas van bien, otras no tanto. Me refiero al frío, que ya está llegando y por las mañanas recibe a nuestros amigos con una fina capa de hielo, cada vez menos fina, cubre su jardín. La sensación térmica ya anda por los 10 grados bajo cero. Hace fresquete.


Elenita se levanta todos los días a las 5 de la mañana, porque es una chica muy aplicada y quiere aprender inglés a muerte. Además, ella es de las que rinden más a esas horas así es que aprovecha el tiempo antes de irse al curso para empollar, que por la tarde la cabeza ya no le funciona a uno igual.


Elenita sigue sin internet. La compañía canadiense que les daba servicio parece que no encuentra la avería así es que es probable que se den de baja y se busquen otro proveedor. Pero no es tan fácil. En Canadá es más común que las compañías de internet te cobren por cantidad de información descargada, y claro, la cosa se pone por las nubes en cuanto a precios, y más para gente como Elenita, que gusta de usar el skype para hablar con la familia y, por qué no decirlo, bajarse alguna serie de la tele. Veremos si consiguen volver a estar conectados al mundo. Sus fans los echan de menos.
Mientras ellos se adaptan a la ciudad y las costumbres canadienses, allí la vida sigue como siempre. Ahora todo anda revolucionado con la final de la liga de fútbol canadiense, la Grey Cup, que se juega mañana en Edmonton, Alberta. Para los españoles, que andamos la mayoría alejados de esos deportes, nos puede parecer que ese deporte y el fútbol americano son lo mismo. Pues no. Aunque comparten origen, tienen algunas diferencias importantes. Por ejemplo, los yanquis juegan 11 contra 11 y los canadienses 12 contra 12, y bueno... ejem... En fin, que sí que son parecidos.

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